La tarea de formar antropólogos políticos exige la reflexión sobre la manera en que se propicia el proceso de enseñanza-aprendizaje de la investigación etnográfica. El objetivo de este trabajo es hacer un balance de los límites y posibilidades que ha tenido el usar como estrategia de enseñanza la propuesta de la etnografía doblemente reflexiva de Gunther Dietz y la noción de prácticas político-culturales de Héctor Tejera Gaona. Estas reflexiones están enmarcadas en mi trabajo como profesora investigadora en el Colegio de Antropología Social de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Se trata de uno de los seminarios de investigación que se tienen en el nivel de profundización en la licenciatura en antropología social. En este seminario se trabaja con los estudiantes por un lapso de tres años, el objetivo es enseñar a realizar investigaciones etnográficas mediante un acompañamiento teórico y metodológico con la finalidad de que cada alumna redacte su tesis de licenciatura. El trabajo está dividido en tres apartados. Primero, se presentan las características de este seminario, de los estudiantes y de los trabajos de investigación que se realizan. Posteriormente, se presenta la manera en que se ha ocupado en la enseñanza las nociones de acción colectiva, cultura política y etnografía doblemente reflexiva, así como la manera en que se han retomado en el aprendizaje estos aspectos. Finalmente, se presentan una serie de reflexiones sobre los límites y posibilidades de esta experiencia.

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