Esta comunicación se centra en las redes cooperativas de aprovisionamiento de productos agroecológicos conformadas por cooperativas de consumo ecológico y por los proyectos productivos que las abastecen de alimentos básicos en la región catalana. Los diferentes agentes de las redes tejen relaciones de cooperación y de reciprocidad que articulan una gran diversidad de intercambios socioeconómicos. Las personas que participan en estas redes perciben el sistema agroindustrial como injusto y excluyente. Parte del carácter injusto, se explica por la integración de la producción, distribución y consumo de alimentos en el sistema socioeconómico global. De modo que la producción y el consumo de alimentos ya no responden a las necesidades básicas de las personas, sino que más bien asegura la circulación y acumulación de capital por parte de los grandes clusters agroindustriales. Desde el movimiento agroecológico, se pretende volver a poner la economía al servicio de las comunidades locales, así como relocalizar los flujos materiales y energéticos para construir sistemas más sostenibles y justos socioeconómicamente y ecológicamente. Por otro lado, este estudio etnográfico aborda el tema de la justicia alimentaria desde la exigencia de un precio justo de los alimentos por parte de los colectivos participantes en estas redes agroecológicas. En este sentido, los colectivos de esta etnografía siguen diversas estrategias para asegurar un precio justo de los productos como el modelo de cestas cerradas, la estabilidad anual de los precios y del consumo, las asambleas donde decidir los precios de forma conjunta entre productores/as y consumidores/as y el desarrollo de criterios colectivos para establecer los precios “al margen” del mercado. 

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