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PROTECTED AREAS

Actualmente asistimos a una creciente reivindicación del denominado espacio público. Desde diversos colectivos y movimientos sociales (15M, PAH, mareas, etc.) pero también desde las ciencias sociales, el urbanismo y/o la arquitectura se esgrime la importancia que debería adquirir dicho espacio en nuestras ciudades en aras de una mejor convivencia y una más fuerte democracia. Sin embargo, no nos dejemos engañar, el espacio público no existe, nos encontramos ante un mito. La concepción de calles y plazas como aquellos espacios donde es posible reafirmar categorías de orden abstracto como ciudadanía, civismo o consenso no deja de ser, en muchas ocasiones, una “mera guarnición de acompañamiento para grandes operaciones inmobiliarias”, según manuel Delgado. Nos encontramos ante un espacio altamente privatizado, ordenado y protegido, en definitiva, de un espacio urbano. Aclarada esta cuestión, no podemos negar la importancia que últimamente ha adquirido este espacio como escenario y reflejo del conflicto social. El presente trabajo trata, en primer lugar, de realizar una aproximación centrada en lo audiovisual como herramienta útil en el quehacer etnográfico. Y, en segundo lugar, mediante este tipo de técnica se persigue mostrar parte de la realidad actual del espacio urbano de la ciudad de Madrid. A través del uso de imágenes de grupos de mujeres que, en distintas manifestaciones y convocatorias, emplean el espacio urbano para mostrar su descontento por la reforma del aborto del Gobierno del Partido Popular, acompañado de una serie de entrevistas, se tratará de mostrar el paralelismo existente entre la exigencia de libertad sobre el propio cuerpo, de su autodeterminación en definitiva, y aquellos movimientos que exigen la autogestión y libre uso y disfrute de las ciudades en un claro ejemplo del espacio urbano como proscenio de relaciones sociales conflictivas.

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