Turismofilia y turismofobia en el Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. En torno a los Patios de Córdoba
La fiesta de los Patios de Córdoba constituye un acontecimiento cultural muy arraigado en la sociedad cordobesa que tradicionalmente ha formado parte de la oferta turística de la ciudad. En mayo de 2012 este evento fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El reconocimiento institucional de esta manifestación del patrimonio etnológico cordobés ha repercutido notablemente en el propio sector turístico y en las autoridades locales y autonómicas, los cuales han contemplado la iniciativa de la UNESCO como una oportunidad de crecimiento económico, por lo que han modelado el producto “Patios de Córdoba” como uno de los principales reclamos para la visita a la ciudad. Esta estrategia se ha traducido en pocos años en un incremento exponencial de las visitas que están sobrepasando la capacidad de acogida de la judería cordobesa, especialmente en los días de mayo en los que se celebra la fiesta. La situación suscita un importante debate en la ciudad entre detractores de la masificación y defensores del crecimiento. Dos cuestiones de fondo interrelacionadas subyacen en esta controversia: si es posible la conciliación entre la salvaguardia del patrimonio inmaterial y el desarrollo turístico; y si se puede conjugar el Derecho al Turismo, que propugnan las instituciones públicas y entidades privadas del sector sin vulnerar el Derecho a la Ciudad, , que defienden determinadas organizaciones sociales patrimonialistas.
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