En esta ponencia presento del proceso de movilizaciones y acciones directas por parte del colectivo las likuadoras en torno a la liberación de Yakiri Rubio, joven del barrio de Tepito de la Ciudad de México, sobreviviente de feminicidio quien fue injustamente encarcelada por defender su vida e integridad física. Para ello, recupero el modelo de las cadenas de interacción ritual de Randall Collins para mostrar cómo las movilizaciones y acciones colectivas pueden ser pensadas como rituales de interacción, los cuales se encadenaron a través del tiempo acumulando la energía emocional necesaria para sostener el comportamiento colectivo. A través de este modelo de interacción ritual, se reconstruye el proceso considerando la dimensión temporal, analizando el proceso de creación de símbolos, consignas y repertorios de acción que retoman elementos presentes en la acción directa feminista y también incluye elemento nuevos. En este proceso, fue de interés dar cuenta de la dinámica emocional que permitiera dar cuenta de la emergencia y transformación de las emociones, que posibilitaron las acciones colectivas contribuyendo también con el surgimiento de nuevas reglas del sentir y y visiones de sociedad alternativas. Desde mi participación activa en tanto activista y académica, planteo la necesidad de una reflexividad emocional que nos permita conocer desde la emoción y pensar de manera apasionada, como una articulación que posibilita la comprensión de los complejos fenómenos sociales y no como una dificultad como ha sido pensando desde la tradición cartesiana que separa emoción y razón.

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