En un sistema social que genera y reproduce diversas desigualdades, no todas las personas tenemos las mismas posibilidades para habitar el placer. Precisamente, es por ello por lo que el goce de los cuerpos subalternos puede ser una estrategia fundamental para generar cambios, tanto en los mismos cuerpos como en la sociedad. En esta comunicación me gustaría analizar el lugar que los procesos de placer ocupan en las reflexiones, las iniciativas y las narrativas que se producen dentro de las políticas alternativas de la menstruación, basándome para ello en el trabajo etnográfico de la investigación doctoral que llevo a cabo y que se centra en el análisis de las políticas de la menstruación, corporalidades y las relaciones de género. A través de estas propuestas que cuestionan la visión occidental negativa y hegemónica del ciclo menstrual, se van forjando otro tipo de imaginarios corporales-menstruales; además, en estos procesos de agencia y resignificación, surgen también diversas posibilidades para habitar el placer. En los itinerarios corporales analizados, he observado que las participantes explicitan de muy variadas maneras sus vivencias en torno al placer -que se dan también junto a otras emociones y sensaciones-, y me gustaría dar cuenta de esto mediante diversos ejemplos. Este análisis parte de un concepto de placer que se problematiza y se redefine desde una perspectiva feminista; un placer que se materializa en la autoapropiación del cuerpo y de la salud, en la co-producción de conocimientos colectivos, y que genera procesos de agencia y transformación social.

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