Desde 2017 participo en la Kantujira que se lleva a cabo en la Parte Vieja de Donostia cada tercer sábado del mes a las 12:00 del mediodía. La sociedad vasca siempre ha sido aficionada a cantar, algo que se refleja de modo particular en festividades concretas, como Navidad o Santa Ageda. En el marco de esta tradición, las kantujiras o kantaris son un fenómeno que se ha ido extendiendo en los últimos años por toda la geografía vasca, implicando a decenas de personas en cada localidad, que se reúnen un día concreto de la semana, una vez al mes, para cantar canciones en euskera, con o sin el acompañamiento de instrumentos tradicionales. La Kantujira de Donostia, una de las primeras, comenzó su andadura en febrero de 2003 a modo de protesta por el cierre del diario en euskera Euskaldunon Egunkaria, y forma parte ya del patrimonio cultural.  En esta comunicación analizaré este “tomar la calle cantando”, en el contexto del proceso de paz y convivencia que está viviendo la sociedad vasca, donde el placer de cantar se constituye en un ejercicio corporal, material y simbólico, de memoria y resistencia. Para ello enmarcaré mi comunicación en la antropología del cuerpo/emociones. Tomaré además en cuenta las revisiones sobre el placer de antropólogas feministas como Ana Porroche y Maria Olivella (2012), Andrea Cornwall et al. (2013) y Laura Muelas (2015), que señalan su dimensión compleja, transformadora y empoderante; así como la propuesta de una antropología somática y vulnerable de Mari Luz Esteban (2018).

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