El color de los dioses. Representaciones artísticas en las Religiones afrocubanas.
En los rituales de la Regla Osha hay mucho de performance artístico, llegando en ocasiones a verdaderas puestas en escena para turistas y practicantes. También la experiencia estética aparece en la decoración de sus tronos y espacios religiosos, donde confluyen múltiples elementos ligados a la espiritualidad de origen africano. Sin embargo, al cruzar el Atlántico, el énfasis estético se centra en la puesta en valor de esta religión en el mercado, no ya de suvenir como es el caso de Cuba, sino en los nuevos templos urbanos de los Orishas, las tiendas de venta y consulta, junto al Tarot, la sanación y el Reiki y sus portavoces, los programas de adivinación de las TV locales. En Canarias esta visión pasa por el blanqueamiento y la higienización como protagonistas de la superación de las fronteras simbólicas y ancla su reinado en las vitrinas de las tiendas esotéricas, escaparates de lo prohibido y a la vez invitación. Tras las ventanas, los Orishas toman las estanterías de Ikea y los muebles heredados, acomodándose en soperas familiares o compradas en los bazares asiáticos. Allí esperan a las celebraciones donde aparecerán en todo su esplendor, ataviados con las novedades del mercado a juego con los árboles en navidad, las calabazas en Halloween o las lentejuelas en carnavales. En este ámbito, el arte supone incluso un filtro para conjurar la muerte, cuando los sacrificios se instalan en los cumpleaños de santo, cuando las ofrendas requieren sangre. Y es que la bellísima Yemayá no es precisamente vegetariana.
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