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Diseñando desajustes persistentes: Los trajes simuladores de edad y la problematización de la agencia de las personas mayores.

En los últimos años, los llamados trajes simuladores de edad han proliferado como un conjunto de herramientas que están siendo usadas por variedad de investigadores, diseñadores, cuidadores e incluso responsables políticos, para atender mejor las necesidades de las personas mayores. Estos trajes están diseñados para que los usuarios obtengan información de primera mano sobre la experiencia de la vejez, y por lo general, están destinados a que diseñadores e ingenieros puedan desarrollar productos age-friendly. Por otra parte vemos que también permiten sensibilizar y capacitar a profesionales de la salud y la asistencia social mediante el trabajo de la empatía hacia los cuerpos envejecidos. Desde la presente contribución tratamos de comprender cómo la edad es producida socio-materialmente en el contexto de las simulaciones analizando la actividad profesional de un consultor gerontólogo con un traje simulador de edad en residencias de mayores. Basándonos en los estudios semiótico-materiales de la discapacidad (Winance 2006, Moser 2003), consideramos dichas simulaciones de vejez como contextos de prueba que están diseñados para dificultar y entorpecer los ajustes materiales y emocionales entre el cuerpo y el entorno. Nos centramos en el proceso de descomponer la agencia individual de la persona mayor y la agencia colectiva de servicios e infraestructuras para mayores. Argumentamos que todo ello produce un espacio de problematización en el que los cuerpos, las tecnologías y los entornos pueden ser reconfigurados conforme a nuevas definiciones de problemas e intervenciones profesionales, convirtiendo los trajes de edad en dispositivos que nutren la innovación de la llamada silver economy.

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