Esta etnografía expone cómo ha evolucionado el típico modelo de mercado municipal partiendo de la función de intercambio comercial que va mas allá de la propia distribución de bienes, pero también de relación social, así como de nuevas formas de regeneración hasta la transformación en modelos alternativos del espacio y del tejido local. Este trabajo expone el quehacer diario de los últimos años tanto del propio recinto del mercado como del entorno del barrio, los usuarios y puestos de venta y servicios así como de la junta de comerciantes del mercado municipal de santa Catalina. El objetivo es explicar el gran impacto generado este mercado municipal construido en 1920, corazón de la barriada y como ha constituido una de las bases fundamentales de la evolución del típico barrio de trabajadores hasta convertirse en centro de un nueva moda de ocio de Palma. El ambiente se concentra en torno a este mercado tradicional, combinando el vermut y las copas, degustando el marisco recién comprado. El resultado más relevante de este mercado municipal, mas cerca del ocaso, como supo dar un golpe de timón, mediante formulas orientas a distintos modelos de consumo, además de la regeneración de sus espacios, volverse el epicentro del bullicio y del tardeo, una forma de diversión para adultos, basado en alargar la mañana y no descuidar las responsabilidades familiares, así como agente de cambio de este barrio urbano.

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