En los últimos veinte años, en Catalunya, así como en el resto del estado español, se ha registrado un movimiento creciente de mujeres que reclaman tener un papel activo en sus partos, reivindicando una atención menos paternalista y medicalizada. A medida que las reclamaciones de este colectivo se han ido haciendo un hueco en el espacio público y en los medios de comunicación, se ha registrado la creación de todo un imaginario social sobre estas mujeres, que las proyecta como hippies, alternativas o antisistema, cuando no también como personas caprichosas, desinformadas y considerablemente irresponsables ante su salud y la supervivencia de sus bebés. ¿Qué hay de cierto, no obstante, en todo ello? Tomando como fundamento una investigación etnográfica en Barcelona, entre 2009 y 2016, centrada en el movimiento pro parto respetado y/o humanizado y nuevas políticas públicas de atención al parto y al nacimiento, la comunicación pretende, a través de un detallado perfil sociodemográfico y un análisis de sus itinerarios terapéuticos, desarticular los estereotipos que se han generado sobre las mujeres que configuran este colectivo, demostrando, entre otras muchas cosas, que lejos de lo que puede parecer, no existe intención alguna de rechazar o evitar el sistema biomédico, sino todo lo contrario, siendo especialmente ilustrativo el uso permanente que hacen del discurso científico como herramienta de justificación de sus prácticas en el embarazo, el parto y la crianza.

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