¿Vivimos en una “cultura del diagnóstico”? Reflexión en torno a las fronteras del TDAH infantil y juvenil a partir de un trabajo de campo realizado en Barcelona (España)
En esta comunicación propondré el término “cultura del diagnóstico”
como una de las formas posibles de denominar y aprehender el contexto en el cual
el diagnóstico de TDAH en niños, adolescentes y jóvenes (Trastorno por Déficit
de Atención y Hiperactividad) cobra sentido. Para ello aportaré material
etnográfico fruto de mi trabajo de campo (observación participante y
entrevistas) en un Centro de Salud Mental Infantil y juvenil (CSMIJ) y en un
Instituto de Educación Secundaria (IES) de Barcelona (España), partiendo del
cual reflexionaré en torno a los límites, las fronteras, de esta taxonomía
psiquiátrica propuestos por el DSM-5 para caracterizar a los niños que no
cumplen con las espectativas de rendimiento escolar y buen comportamiento que
padres, maestros y terapeutas les habían proyectado. En mi argumentación será
una piedra angular entender y resituar al niño diagnosticado de TDAH en el
entramado de sus relaciones, principalmente aquellas con los adultos
responsables de su crianza y educación, así como en el centro del “juego”
cotidiano de las instituciones (médica y educativa) que los respaldan en dicha
labor. Con este objetivo me valdré de algunos conceptos ya clásicos de la
antropología tales como: i) la noción de “frontera” según la planteó Barth
(1976) para comprender el sentido de las delimitaciones de los grupos étnicos;
ii) las nociones de “significado flotante” y de “eficacia simbólica” empleadas
por Lévi Strauss (1950; 1958) para dar cuenta del funcionamiento de la
hechicería; iii) la noción maussiana de “hecho social total” (Mauss,
1950).
(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo