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Megaproyectos mineros en el lugar donde nació el Sol: Conflicto entre dos modelos de relación con la naturaleza.

En el año 2010 el gobierno mexicano adjudicó una serie de concesiones mineras a una empresa minera canadiense, en el Altiplano norte de México, se trata de una zona semidesértica que ocupa 140.000 hectáreas, incorporada por la UNESCO a la Red Mundial de Espacios Sagrados Naturales, pues es el lugar sagrado por excelencia para el pueblo wixarika (huichol), al que llaman Wirikuta. El desierto de Wirikuta es el lugar donde viven los antepasados míticos de este pueblo originario y al que acuden en peregrinación anual con el fin de renovar el ciclo de la vida, no sólo en sus comunidades, sino en todo el planeta.  Situamos la racionalidad desde la que construimos la naturaleza como un aspecto fundamental en el conflicto social ocasionado por las concesiones mineras en el desierto, pues el uso y aprovechamiento de los recursos dependen en gran medida de estas concepciones particulares de naturaleza, que parten de racionalidades diferenciadas que por un lado, producen espacios de extracción de recursos y por otro, espacios construidos en términos de vínculos con la naturaleza donde la cultura wixarika toma tierra, nos encontramos ante dos concepciones incompatibles del desierto que convierten Wirikuta en un territorio en disputa. Expondremos de modo comparado la racionalidad con la que construimos la naturaleza y nuestra relación con ella desde occidente y la racionalidad con la que lo hace el pueblo wixarika.  

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