La salud encuentra en su opuesto de enfermedad una pérdida y disminución de los rangos aceptables de la vida en términos médicos que deriva en el peligro de tratamientos que asumen la instrumentalización del cuerpo. Aparece, entonces, desde la emergencia de un cuerpo enfermo, la búsqueda de legitimidad para intervenirlo. A partir de un registro etnográfico sobre lo obesogénico de South Bronx, La Courneuve y Lomas del Sur, se despliegan conceptos como el biopoder, los procesos civilizatorios, el control social y la regulación de la salud para pensar la obesidad en términos político-sanitarios. La estrategia investigativa que se privilegia es la observación participante y cualificación de la problemática, para repensar la teoría desde los datos empíricos. En el caso de cuerpos de las minorías y los primoarrivantes inmigrados, cuando se acepta que existe un problema de salud como la obesidad, los procesos de legitimación otorgan una mayor ventaja a las instituciones y su mayor capacidad para decidir sobre la vida. Aunque estas dinámicas se pueden observar en todos los espacios sociales, cuando se trata de los grupos de población que atraviesan la precariedad, caracterizados por su débil impacto político sobre las estructuras dispuestas, la enfermedad les pone en manos de las instituciones con tal abandono que la vida se convierte en un fuerte pretexto para “forjar su humanidad”. Este abordaje de la obesidad desde la antropología política evidencia que la definición de enfermedades y el cuidado de la salud rebasan lo “natural” en el sentido médico de una naturaleza biológica.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo