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La legitimación de la violencia. Las bases sociales y culturales del maltrato.

La violencia contra la mujer se conforma como un problema social y de orden público, con derivadas de marginalidad, pobreza y clase social baja, género, etnia y contextos migratorios y se manifiestan en formas de violencia estructural y simbólica. Los programas de intervención con agresores construyen a estos sujetos en itinerarios terapéuticos que buscan su reinserción social desde el trabajo psicológico frente a los estereotipos del maltrato. Desde el trabajo etnográfico en estos grupos se pretende profundizar en el significado y la aplicabilidad del aprendizaje social en los programas de intervención. Asimismo, se analiza la estructura social en que el maltrato se inscribe y los contextos culturales en que tales violencias son confrontadas, cuestionadas, naturalizadas. Las personas aprenden determinadas emociones, se socializan en ellas, de modo que la distribución de la violencia se muestra desigual en las distintas clases sociales en función de los recursos económicos, los capitales sociales y culturales y del estatus que ostentan. Ello lleva a la normalización de comportamientos sin denominarlos maltrato, al aprendizaje a tolerar la violencia y a reproducirla, por lo que pese a ser sancionada por la mayoría de la sociedad perviven contextos en los que se reproduce y legitima. Se propone un análisis de las bases sociales de tal legitimación que permita desvelar cómo opera la violencia en los reductos patriarcarles e íntimos de la reproducción social.

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