A partir de mi práctica enfermera en Urgencias de Atención Primaria observé y sentí el problema de la demanda asistencial como un problema generado desde la comunidad que colapsaba el sistema sanitario. Fue a partir de estudiar Antropología Médica que se fueron articulando las nociones de salud, enfermedad y comunidad, vislumbrando una realidad asistencial compleja en la que intervienen tres actores -la administración, los profesionales sanitarios y las personas demandantes- sujetos a redes de poder más o menos perversas. Desde este enfoque realicé un estudio exploratorio sobre la demanda asistencial en mi lugar de trabajo que me ha llevado a cuestionar la perspectiva biomédica, en tanto que hegemónica, como (re)creadora de una realidad biomédica en la que inserta los procesos asistenciales. Explorando los conceptos, las etiquetas y los discursos biomédicos se han puesto en relieve incongruencias y sinsentidos en todas las esferas de los procesos asistenciales que se traducen en una incomprensión biomédica de la realidad en la que se sitúa la demanda asistencial, y por ende una incapacidad en afrontar dicho problema como viene sucediendo desde 1980 en España. Todo ello ha contribuido a desmontar los modelos explicativos biomédicos acerca de la demanda asistencial construidos desde una perspectiva sesgada que refiere a una realidad parcial que se ha erigido como verdadera y única. 

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo