Artículo

Patrimonio, turismo e identidad nacional en el Altiplano peruano

Se le atribuye al escritor y antropólogo peruano José María Arguedas la descripción de la ciudad de Puno como la “capital folklórica del Perú”. Años más tarde esta califación fue reconocida con una ley del Estado peruano (1985), inscribiendo Puno – junto con Cusco y Lima – en el restringido club de las ‘capitales’ del país. Los procesos de turistización que está conociendo el Perú desde hace varias décadas se acompañan con dinámicas y estrategias políticas – tanto locales como nacionales – de patrimonialización de lugares, centros históricos y arqueológicos, áreas naturales, así como de tradiciones locales tales como danzas y músicas. En el caso de la ciudad de Puno, además de la Fiesta de la Candelaria, cabe destacarse la patrimonialización de desfiles con trajes, máscaras y músicas tradicionales, para acontecimientos distintos, como por ejemplo el aniversario de la ciudad o de instituciones como la Universidad y los centros educativos ciudadanos. Asimismo, la reevocación con trajes históricos de la salida del lago Titikaka de la pareja mítica Manco Cápac y Mama Ojjlo se ha convertido en el tiempo en un acontecimiento mediático de alcance nacional y que, además, tiene una significación profunda para las y los puneños en lo que atiene a su identidad cotidiana. En esta comunicación se analizarán, a partir de algunos ejemplos etnográficos los procesos de patrimonialización y turistización que va conociendo la ciudad de Puno, vinculándolos con las políticas y retóricas de construcción nacional puestas en acto por el Estado peruano.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo