El derecho a la exclusión: Fotoetnografía digital de otras ciudades después de la ocupación
La estructura urbana desarrolla su labor en torno a una ciudad orgánica y a la vez tranquila, sosegada y sometida al diseño de imágenes de representación, creando su marca de excelencia y reputación a través de espacios urbanos que desafían la imaginación colectiva. Pero detrás de la trama urbanística, se encuentra el ciudadano, que de un modo u otro, de forma impulsiva y a veces desordenada, crea complicidades para dar otro sentido al espacio urbano. La activación de los movimientos vecinales para preservar el capital social acaba dando significado al derecho a la ciudad. Entonces, los vecinos y vecinas son activadores de nuevas visualidades de la ciudad, imágenes que se escapan a la comprensión de un sistema de contención dentro de ese marco de leyes y reglas que velan por la reputación de una ciudad. Cuando la ciudadanía se apropia de un espacio que considera propio, produciendo nuevas prácticas sobre una estructura urbanizada, invalida la imagen de marca de ciudad y construye otra imagen. La de la colectivización del imaginario sin más motivo que vivir el lugar desde lo cotidiano. Se produce así, una supresión de lo abstracto, para posicionar lo simbólico. A través de una fotoetnografía digital realizada en espacios ocupados y recuperados por sus vecinos, encontramos otra visión de la ciudad fuera de la trama urbanística, postulando así el uso de la fotografía por las ciencias sociales como productora de instantáneas que reivindican la voluntad de ciertos colectivos o comunidades a su derecho de exclusión del sistema planificado.
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