En esta presentación traemos a discusión algunas reflexiones e interrogantes sobre las posibilidades y límites del quehacer antropológico en contextos de intervención comunitaria, desde una experiencia de trabajo en Toledo (España). Experiencia interpelada desde nuestra posición como inmigrante latinoamericana, con una trayectoria desarrollada mayormente en el ámbito académico (más que de intervención). En tal sentido, planteamos reflexionar sobre el trabajo realizado y lo que desde una formación en antropología socio-cultural es posible ofrecer en el ámbito de la intervención comunitaria. Complementariamente, lo que el trabajo desde dicho ámbito puede ofrecer para repensar las propias herramientas disciplinares y constructos profesionales. En particular, proponemos considerar el aporte crítico reflexivo como activo y herramienta así como, vinculado a ello, la especial atención a los efectos que la formulación de problemas, conceptos y del propio registro etnográfico puede tener en la construcción y socialización del conocimiento; como desafío que obliga a repensar la necesaria no-neutralidad. Alternativamente, nos interesa situar ello en las tensiones entre lógicas co-existentes (institucionales, administrativas, técnicas, socio-culturales) en las que dicha práctica e intervención se desarrollan, y señalar los interrogantes que nos planteamos desde la dimensión ética de la práctica profesional en términos de transformación, compromiso y posicionamiento

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