La presente comunicación se enmarca en una investigación doctoral que busca describir los despliegues prácticos de las políticas interculturales en el contexto de las ciudades neoliberales. Adquieren, por tanto, un interés central las reproducciones, resignificaciones, problemas y/o resistencias en las que aquellas puedan verse envueltas. A lo largo del proceso del trabajo de campo en un municipio de la Comunidad de Madrid, ha ido apareciendo y ganando una relevancia cada vez mayor la policía. «Dar presencia» a pie en las plazas, calles y paseos; «hacer los comercios», «echar un vistazo» por los centro cívicos, mostrarse cercano y ganarse la confianza de los vecinos para que sean «nuestros ojos» son algunas de las funciones de la policía de barrio. Además, se produce su incorporación a espacios que, hasta el momento, estaban conformados por profesionales de la intervención social, asociaciones, vecinas/os y políticos/as. La mesa de la convivencia, asambleas vecinales o grupos socioeducativos, impulsados por proyectos de intervención intercultural; generan situaciones, discusiones y tomas de decisiones en las que los representantes policiales participan de forma activa. Se produce así, tal y como señalan Ávila Y García (2013) un viraje policial de la gestión de las poblaciones, elemento central de las políticas sociales neoliberales. En la contribución a este congreso, se presenta un espacio de puntos de vista (Bourdieu, 1993) acerca de la policía de barrio por parte de algunos de los integrantes de la misma, fruto de un trabajo de observación participante con la policía local de alrededor de cuatro meses.

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