La Red de Solidaridad popular es una forma de movimiento social que surge en un momento de crisis económica con la intención de hacer que las clases trabajadoras, que han quedado muy castigadas durante este periodo de desprotección social por las políticas neoliberales, puedan hacer frente ellas mismas a esta situación auto organizándose para mejorar sus condiciones de vida. La organización intenta vertebrar relaciones, dentro del contexto de “economía social” para alcanzar un “empoderamiento personal y popular” participando de forma activa en el tejido sociopolítico de sus comunidades. En ella se integran agentes con diferentes identidades y motivaciones sociopolíticas, además de personales en un escenario multicultural. Principalmente está compuesta por activistas o voluntarios y personas o familias receptoras de productos básicos que surgen de las prácticas de la economía solidaria. Se viene observando que las prácticas de solidaridad y reciprocidad, así como otros valores dentro de las comunidades vecinales en el capitalismo post-fordista han sido prácticamente abandonadas o han ido perdiendo su antigua fuerza debido al comportamiento individualista que transmite la sociedad actual. Debido, en parte, a la mercantilización de la base de las relaciones sociales. A través del análisis etnográfico del “nodo” de la Red de Solidaridad Popular del “Alto Jarama”, observamos como ponen en práctica su filosofía y valores, que a través de una “cultura de resistencia” transmiten sus integrantes por su experiencia adquirida en la participación sociopolítica en múltiples organizaciones. De esta forma intentan (re)integrar vínculos de carácter social en las relaciones comunitarias de su comarca.

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