Esta comunicación analiza la producción institucional de dispositivos de frontera al interior de los países de recepción, desplegándose en muy distintos ámbitos de la vida cotidiana de los migrantes. Más que como una firme escisión que divide a la población en incluidos y excluidos, abordamos aquí la frontera como un dispositivo de gobierno flexible que regula diferencialmente el acceso a los derechos. A partir del diálogo entre el trabajo etnográfico desarrollado por las firmantes, centrado en todos los casos en el ámbito de la antropología de las políticas públicas, se propone un análisis del funcionamiento formal e informal de algunas de las instituciones encargadas de su gestión, con el objetivo de dar cuenta de las normas, requisitos, trámites administrativos y mecanismos de infrapenalidad que afectan sobre todo a los grupos más vulnerabilizados. La hiperinflacción y fragmentación normativa, la omnipresencia del dispositivo burocrático como mecanismo de estratificación en el acceso a los derechos y los procesos de infrapenalización de los sujetos que intentan acceder los mismos serán descritos. Bajo esta concepción de “la frontera” como un dispositivo de gobierno, el cual se vislumbra difuminado en multitud de prácticas, formas y tecnologías al interior de las instituciones de un territorio dado, se infrapenaliza progresivamente a los sujetos, los cuales pasan a incorporar una inseguridad creciente que puede ser interpretada como la consecuencia de la gestión neoliberal de lo social. Incertidumbre, precariedad o nervios son, en este sentido, los efectos que sufren los más vulnerables ante estas nuevas lógicas de lo social. 

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