A través de un trabajo etnográfico se intenta dilucidar el papel de los trabajadores sociales en un centro de servicios sociales comunitario. En este sentido, estas instituciones, como uno de los principales instrumentos del Estado de Bienestar, vinieron acompañados de una importante incorporación de los trabajadores sociales. Es frecuente que se identifique al profesional con la institución en la que desempeña su labor, desdibujándose la línea que separa el trabajo social de los servicios sociales. La confusión entre el campo de trabajo, la profesión y la disciplina empezó a estar servida hace tiempo. Los servicios sociales por un lado, y el trabajo social por otro, como formas de acción social, cohabitan en el espacio de la intervención social y donde el riesgo de que el primero pueda asimilar al segundo o limite la práctica profesional se está dando. La incorporación de estos profesionales a la administración pública, contribuyó al reconocimiento y estatus profesional, pero también ha acotó de manera importante el ejercicio de su práctica. Una disciplina que supera el binomio de los servicios sociales de necesidad-respuesta que se ve obligada a cohabitar y donde se dan profundas discusiones, contradicciones ideológicas, éticas y teórico-prácticas, y donde el trabajador social se ve en la difícil tarea de llevar a cabo un verdadero proyecto ético-político desde una perspectiva crítica.

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