La construcciòn de procesos de identidades colectivas en las sociedades modernas siempre ha ido unido a otros procesos que nos hablan del reparto de espacios de poder o representación de las comunidades. Hacer este análisis en lugares concretos que se encuentran inmersos a su vez en dinámicas de creación de fuertes imágenes identitarias urbanas o barriales, nos posibilitan un análisis pormenorizado sobre la forma en la que se relaciona lo micro con lo macro, lo específico con lo global. El estudio, como parte de una tesis doctoral más amplia, se enmarca de forma general en la ciudad de Toledo, que ha ido reinventando su propia identidad a lo largo de siglos de historia. A veces ha empleado símbolos religiosos para hacerlo, otras lo ha hecho dotando a estos símbolos de nuevos significados readaptados a los nuevos contextos socioculturales. En cambio, en otro territorio de la ciudad, en un barrio de reciente creación como el de Santa María de Benquerencia o Polígono de Toledo, donde se carece de estos profundos cimientos históricos, surge una identidad subversiva que se va componiendo a lo largo de su propia y corta historia, en contraposición a aquellos valores más significativos para la ciudad de Toledo. El análisis contrapuesto de lo que cada población -la de la ciudad de Toledo y su casco antiguo frente a la del barrio del Polígono-,  han ido definiendo como "fuentes históricas" en la construcción de sus diferentes identidades, nos proporciona interesantes conclusiones sobre los procesos de construcción de identidades colectivas.