Una pequeña ciudad de provincias en el Sur de España, que se plantea ser la ciudad futura, debate los medios de movilidad, a la vez que diferentes colectivos reclaman nuevas formas de moverse, de crear formas diferentes de establecer itinerarios, nudos y maneras de moverse. Todo ello conjuga una polifonía de relatos del moverse, de formas de movilidad y de generación de caminos, transportes, estacionamientos y formas de pasear. A través de todo ello se crea una cartografía de la ciudad en relación a las estrategias de la movilidad, mostrando las resistencias frente a los dispositivos del poder urbano (cómo ir a comprar, dónde aparcar, qué podemos o no hacer cuando paseamos a la mascota...), así como los sistemas de fricción donde lo social toma fuerza y avanza en una u otra dirección (cómo juega el entramado político cuando el hogar principal está fuera de la ciudad, qué papel juegan las motos de baja cilindrada y baratas, y os ciclistas y qué hacer con la gente que hace running..), lo  que nos permite observar los enormes anclajes conceptuales que se dan en torno a la movilidad como determinante del mundo contemporáneo. Sí las prácticas en torno al automóvil, como pieza clave del imaginario de la ciudad futura, los paseos, el aparcar, el autobús, el tranvía, los taxis, ese conglomerado de imposibles culturales y de prácticas que establecen el juego de la interacción social, los símbolos del espacio urbano global y las (microfísicas) del poder.

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