El galleguismo comenzó a construirse como proyecto político e ideológico durante el siglo XIX, en gran medida incorporando a su discurso el elemento céltico como mito fundacional de Galicia. En este proceso tiene un gran peso la resignificación que el movimiento romántico realizó de algunas ideas clave que servirían para articular los discursos identitarios posteriores, tales como la idea de libertad o la de pertenencia a un grupo, así como la aparición de otras nuevas que abogaban por la búsqueda de una naturaleza mística. La adopción de estas ideas por parte de los principales defensores del galleguismo decimonónico permitió que éste pudiese vincularse a unas teorías esencialistas que tenían su fundamento en la exaltación de un pasado remoto que se pretendía recuperar. Sobre ese pasado se construyó una idea de pertenencia que fue utilizada para fortalecer la narrativa acerca del origen celta de Galicia, con el fin de lograr una diferenciación respecto al resto del estado español. Además del recurso al celtismo, dicha diferenciación se fundamentó en elementos tales como la lengua, el paisaje o las tradiciones. Teniendo esto presente, mi investigación, todavía en marcha, se centra en la observación y el análisis de los resquicios de ese elemento céltico que aún perviven en el imaginario popular gallego y en la cultura de masas, con especial atención a la escena musical contemporánea.

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