El instrumento del arte en la cultura carcelaria
El contexto carcelario español se ha caracterizado por una tardía evolución de los sistemas de cumplimento, puesto que hace apenas unas décadas, los establecimientos penales no ostentaban la capacidad de ofrecer a los internos herramientas innovadoras en su tratamiento penitenciario, fomentando la reeducación y reinserción social desde una nueva mirada.
En la actualidad, las prisiones de nuestro país constituyen una vía facilitadora para la adquisición, entrenamiento y desarrollo de hábitos comportamentales que incidan en la supresión de conductas delictivas y es, desde los módulos definidos como Unidades Terapéuticas y Educativas, donde además de llevar a cabo principios tratamentales generalistas, se aborda el problema de las adicciones, configurando un espacio para crear un modelo de intervención alternativo a la cárcel tradicional.
La presente comunicación expone el análisis del empleo de técnicas artísticas con personas que se encuentran en situación de privación de libertad, cuya utilización se convierte en un instrumento que ofrece una doble función: por un lado busca generar transformaciones internas en la persona y motivarle a empezar una nueva vida y, por otro lado, procura facilitar la generación de ese proceso de cambio hacia su entorno exterior, tanto a nivel familiar, social e institucional. Se trata de (re)formar al individuo para garantizar un positivo contacto con la comunidad que le recibirá cuando finalice su condena y proyectar en ésta las habilidades a mantener para disfrutar de su vida en el exterior, evitando los posibles efectos perniciosos que le haya provocado su estancia en prisión.
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