Desde finales de la década de 1980 en Bélgica, y principios del año 2000 en España, han emergido en el ámbito asociativo y de la atención médica pública prácticas en salud mental llevadas a cabo por actores puntuales, y destinadas a población migrante extranjera, cuya propuesta es el abordaje del padecimiento desde una perspectiva que coloca a las culturas, médicas y de los usuarios, como eje central de su intervención. Se presentan los resultados de una investigación antropológica basada en estudios de caso múltiple, en ambos países, correspondientes a estas prácticas, respecto a la problematización y al descentramiento que efectúan de elementos fundacionales de la práctica psiquiátrica hegemónica para la mejora de la eficacia terapéutica. Se exponen los resultados en tres dimensiones articuladas: a) la eficacia y limitaciones de sus respuestas respecto a los problemas con los que se encuentran las aproximaciones terapéuticas monoculturales destinadas a las personas de la clase media autóctona. b) su carácter intercultural a partir de diálogos de saberes e intercambios entre disciplinas como la antropología, la psiquiatría y el psicoanálisis, y de la incorporación de modelos explicativos, dispositivos y metodologías que provienen de los universos culturales de origen de los usuarios. c) se proponen tres modelos interculturales en salud mental: el modelo occidental adaptado en la diversidad cultural, el modelo etnopsiquiátrico y el modelo antipsiquiátrico intercultural. Se concluye discutiendo la vindicación de la “alteridad” como eje creativo de aproximación teórica y metodológica a las culturas e ideologías de la atención en salud mental.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo