Los resultados de investigación que aquí se presentan provienen de un estudio etnográfico que rescata información directa por medio de entrevistas a los avicultores y datos oficiales gubernamentales. La avicultura en Tepatitlán en el Occidente de México inició en los años cincuenta del siglo pasado y estaba dirigida en exclusivo a cubrir la demanda de los panaderos de la una población de 50,000 habitantes en aquella época. Inició con la crianza de patos y durante los primeros años se cambió a gallinas. Se amplió el mercado a la Capital del país y el crecimiento fue vertiginoso, se construyeron cientos de gallineros de patio que criaban a las gallinas en pie y en construcciones de adobe y teja. A principios de los años setenta se presentó una enfermedad que diezmó la producción porque murió aproximadamente el 80% de la parvada. El éxito de las especializaciones que llevaron a cabo los avicultores los ha llevado a representar a más de la mitad de la producción total del país y a uno de los centros de producción más importantes del mundo con una población actual de más de 30 millones de aves. De entre una decena de especializaciones que han aplicado, resaltan los de la creación de laboratorios exitosos a nivel nacional y la construcción de casetas de acero. El lado obscuro del fenómeno lo representa el excesivo uso de agua, la contaminación que producen y los bajos salarios que ofrecen a los trabajadores.

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