Los procesos orientados al cambio sociocultural, son procesos que parten de preocupaciones percibidas a partir de la experiencia cotidiana y se plantean a medio o largo plazo. Exigen la explicitación de supuestos que rigen la vida educativa de cada día, con independencia de lo que se proponga. Implican la necesidad de concretar, de saber precisar, todos los términos del proceso, desde las preocupaciones iniciales y su justificación, hasta los dispositivos, tiempos y recursos que van a ponerse en acción para la planificación y la ejecución de los cambios planteados. Sin embargo, tanto si se trata de procesos de asesoría de larga duración, como cursos intensivos o procesos formativos de medio alcance; como de generar nuevas propuestas didácticas o recursos educativos específicos, se requiere la creación de condiciones de posibilidad para el encuentro en la cultura, para la identificación de nuevos horizontes semánticos que permitan el acceso a nuevas premisas comprensivas. Y ello es bien distinto a la comprensión por medio de la empatía. El dilema que nos plantea Giddens (1987) permanece vigente: “La comprensión de uno mismo está integralmente conectada con la comprensión de los demás (…) La comprensión de lo que uno hace solo es posible comprendiendo –es decir, describiendo- lo que hacen los demás y viceversa. Es más una cuestión de semántica que de empatía (...).” En este sentido, se presentará un modelo de trabajo descriptivo, comparativo, inclusivo, de objetivación y extrañamiento, que es compatible con la empatía, pero ni se basa ni se circunscribe a ella. 

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