Actualmente uno de los mayores retos de la economía social y solidaria (ESS) es su escalabilidad para llegar a un mayor número de personas así como para asegurar su sostenibilidad. La intercooperación se plantea como una estrategia que facilita el crecimiento de los proyectos a través de tres mecanismos. Primero, la compra de bienes y servicios entre entidades de la ESS genera un crecimiento del mercado social. Segundo, la intercooperación permite articular redes que contribuyen a una mayor visibilización y la posibilidad de ejercer presión en determinados procesos como la elaboración de políticas públicas. Tercero, la intercooperación se define como una puesta en común de los recursos que favorece tanto el crecimiento como la consolidación de las entidades. Sin embargo, algunos grupos cooperativos apelan también a la intercooperación como un factor de competitividad en el mercado capitalista silenciando los objetivos de trasformación y justicia social imprescindibles para algunos agentes de la ESS. Esta comunicación recoge las tensiones que se establecen entre los valores y prácticas de la intercooperación y la competitividad en el marco de proyectos de ESS que tratan no solo de resistir sino también de transformar la economía hegemónica capitalista. A través de diversos casos etnográficos en Cataluña mostramos como la lógica mercantil es hasta el momento dominante en los intercambios de bienes y servicios de la ESS socavando en parte sus propósitos de transformación y justicia social y sometiendo sus prácticas y valores a las exigencias del mercado capitalista.

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