La contribución de las organizaciones de la economía solidaria (ES) como motor de visiones alternativas al desarrollo ha sido valorada en diferentes contextos, entre ellos varios contextos indígenas.Utilizando una aproximación etnográfica, esta ponencia analiza un estudio de caso en una comunidad con fuerte presencia indígena Otomí en el estado mexicano de Querétaro. En particular se analiza la contribución de un emprendimiento comunitario y de otros proyectos de ES en sustentar las necesidades de la comunidad y fomentar una visión alternativa al desarrollo. En concreto se trata de alternativas al desarrollo coherentes con el Buen Vivir, una aproximación indígena al bienestar comunitario basada en la reciprocidad y en la complementariedad que valora la cultura y la identidad indígena e incluye no solamente a los seres humanos, sino también a la naturaleza.En específico, la investigación ha destacado la percepción por parte de la plantilla del emprendimiento comunitario de las más urgentes necesidades de la comunidad, que no son sólo económicas y sociales, sino también culturales, políticas y medioambientales, y en la capacidad y/o potencial de los proyectos de ES existentes de enfrentar estas necesidades. Esta capacidad se debe principalmente al gobierno participativo, que permite la definición e implementación de las principales estrategias de forma horizontal, a la dimensión productiva, que permite la generación de recursos y oportunidades de trabajo, y al papel de la educación para la recuperación de la cultura local como base sobre la cual seguir implementando proyectos de ES.

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