Voluntarios y técnicos del Tercer Sector: entre diferentes marcos normativos
Los programas de asistencia del Tercer Sector, coordinados con las administraciones públicas, tienden a basarse en la llamada “inserción” social y laboral, y siguen la lógica de políticas de “activación” promovidas por la Unión Europea, de donde la financiación procede. Estos programas y estas políticas promueven el buen ciudadano: independiente, autónomo, productivo, que tiene que poner de su parte, ayudarse a sí mismo y vencer obstáculos para la activación como falta de formación, interés, motivación y esfuerzo. Por otra parte, las organizaciones del Tercer Sector que implementan estos programas provienen de una tradición que en los últimos tiempos está representada por la asistencia al vulnerable (el nuevo pobre); sujeto de sus actuaciones, que debe su situación a causas estructurales producto de un modelo socioeconómico que general desigualdad, exclusión y marginalidad.
Los voluntarios y técnicos de las organizaciones del Tercer Sector deben conciliar en su trabajo tanto diferentes marcos normativos como diferentes marcos discursivos: convencionales (de arriba) y globales como populares y locales (de abajo y basados en la economía moral local). Esta situación plantea dificultades metodológicas importantes al etnógrafo que pretende comprender y poner en contexto las contradicciones que se encuentra en su trabajo de campo, entre la teoría y la práctica, lo que se dice y lo que se hace. Esta comunicación describe estas dificultades y la manera de afrontarlas a través de un estudio de caso reciente.
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