A partir de la experiencia de entrada al campo del activismo de los Derechos Humanos, en esta comunicación se propone una reflexión sobre las tramas de lealtades que vinculan a operadores públicos de justicia de un municipio del conurbano bonaerense en el marco de la tarea de una organización de familiares y activistas que busca incidir sobre la vulneración de derechos que afecta a la población carcelaria de la provincia de Buenos Aires. El Poder Judicial argentino suele representarse, en todos sus niveles, como marcado por lealtades modeladas históricamente en base a relaciones de reciprocidad, dando forma a lo que, tanto desde una perspectiva nativa como desde la academia, se ha dado en llamar la “familia judicial”. Dichas lealtades, que conviven con enfrentamientos ideológicos y políticos al interior de la “corporación judicial”, son interpreladas a partir de la presencia de un colectivo de activistas que establece diálogo con distintos actores judiciales y políticos. Las reflexiones giran en torno a las interpretaciones nativas sobre aspectos como el accionar de los operadores judiciales a partir de la tarea de los activistas, las relaciones al interior del poder Judicial y las relaciones entre activismo y el conjunto de operadores judiciales. Por último, se reflexiona sobre la entrada al campo, el rol y las posibilidades y limitaciones del campo del activismo para el trabajo del etnógrafo.

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