Una de las apropiaciones antropológicas más interesantes de la ANT refuerza una práctica analítica que post-humaniza la subjetividad ilustrando el presupuesto de que el origen de la acción no apunta al ser humano intencional, sino que involucra una pluralidad de actantes-en-relación (o intracción). De estos ensamblajes relacionales emergen aquellxs que en cada contexto cuentan como “sujetos”; esto es, como entidades que pueden percibirse y nombrase como agentes. Esta línea de indagación tiene la virtud no solo de restituir el papel de esos no-humanos que siempre nos han acompañado en la constitución de mundos, sino también de repensar la naturaleza de “lo humano” sin esencialismo.   En esta comunicación presentaré un conjunto de escenas etnográficas a propósito del uso de técnicas de reproducción asistida (TRA) para la gestación humana. Propongo que, en el marco de sistemas expertos tecno-científicos de intervención médica caracterizados por una coordinación de acciones que se articulan en un registro (el historial), los procesos de subjetivación de los usuarios están marcados por ciertos elementos recurrentes. En todo caso, es patente el carácter procesual, distribuido, fragmentario y contextual de la condición de sujeto (quién es quién y hace qué), en el marco de una constelación de relaciones y posiciones parcialmente superpuestas (usuaria, receptora, madre, infértil, gestante, paciente, etc.) ensambladas en prácticas semiótico-materiales multi-participadas que abren la producción de la parentalidad y de la condición humana en general a narrativas que cuestionan la separación tradicional entre naturaleza y cultura.

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