Las políticas de recuperación, visibilización y conservación de la memoria han tenido una distribución desigual en un país como Argentina, el cual se caracteriza por un marcado centralismo político-económico. Las operaciones de aniquilación llevadas a cabo por la Junta Militar argentina fueron especialmente virulentas al norte del país, en la provincia de Tucumán, en la que fue implantado el llamado Operativo Independencia un año antes del golpe de estado del 76. Dicho operativo militar tuvo como objetivos principales el secuestro, tortura, asesinato y desaparición de miles de tucumanos. Los últimos trabajos arqueológicos han encontrado ya un total de siete fosas comunes, lo que hace de esta provincia el mayor osario del norte de Argentina. En esta ponencia, realizaremos un breve recorrido por alguno de estos siniestros lugares, a través de las políticas del duelo que comienzan a llevarse a cabo de forma tímida. Asimismo, llevaremos a cabo una lectura en clave postcolonial de las políticas y narrativas de la memoria que durante los últimos años se han implantado en Argentina: la resignificación de determinados discursos en torno a la memoria ha supuesto la construcción colectiva de una narrativa hegemónica en torno al trauma, así como un proceso de "periferización" de distintos espacios y lugares de memoria no pertenecientes a la ciudad de Buenos Aires.

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