Un gran punto de desencuentro, dentro de los actuales debates feministas, es aquel que engloba la diversidad de formas de criar o "maternar". En el marco de mi investigación doctoral he analizado diferentes discursos feministas en torno a las prácticas de la lactancia materna y la crianza corporal. Por una parte, recogí los discursos y debates más académicos derivados de diferentes corrientes feministas. Por otra parte, analicé como estos debates emergían reelaborados, con especial virulencia y más allá de la Academia, en el contexto de las redes sociales virtuales. En este contexto, una de las críticas que reciben las madres que deciden lactar sin restricciones de tiempo o lugar, es la de ser “neo-machistas”, llegando a ser llamadas “talibanas de la teta”. Estas críticas, invisibilizan otros postulados feministas que estan más en consonancia con sus prácticas, como pueden ser el eco-feminismo, el feminismo cultural y/o el feminismo de la diferencia. A su vez, se las acusa de ejercer "maternidades intensivas", a pesar de que muchas de ellas reclaman crianzas más comunitarias bajo el símbolo de "La Tribu”. Sin obviar los peligros que pueden presentar algunos de sus postulados, desde gran parte de los discursos elaborados por estas maternidades lactantes, existen oposiciones, críticas y resistencias a las formas de consumo y producción capitalista y al papel subalterno que ocupan las mujeres en este sistema. La presente comunicación pretende exponer estos debates para generar reflexiones conjuntas y posibles consensos en torno a la diversidad de formas de criar.    

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