Subjetividades contrapuestas en las perspectivas sociales de parto respetado y parto instrumental.
Desde principios del siglo XXI cada vez cobran más relevancia en la acción social los movimientos feministas en contra de la violencia obstétrica y a favor de los partos respetados. Estas corrientes reclaman una mejora en la calidad de la asistencia biomédica a los procesos reproductivos de las mujeres, concretamente embarazo, parto y puerperio. Las altas tasas de patologización, medicalización e intervencionismo en procesos fisiológicos que en su mayoría pueden transcurrir con normalidad están elevando a la opinión pública una reflexión y un cuestionamiento sobre la pertinencia del uso excesivo de fármacos e instrumental médico durante los partos hospitalarios, así como sobre algunas actitudes de faltas de respeto hacia las mujeres por parte del personal de salud, por lo que cada vez más mujeres se inician en el activismo del parto para reclamar experiencias de parto más respetadas. No obstante, en contraposición a estas corrientes surgen otras voces de mujeres y de comunidades médicas que reivindican la medicalización de los partos y proyectan sobre las posturas de parto respetado cierto antagonismo basado en los beneficios del uso de ciertos fármacos e instrumental en el desarrollo de los partos. En la presente comunicación expondremos cómo las distintas posturas inciden en las subjetividades de las mujeres, oponiéndolas en el contexto de la opinión pública del mismo modo que con otros aspectos de la maternidad.
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