AIBR http://www.aibr.org Registro AIBR, SSCI text/plain; charset=utf-8 TY - JOUR JO - ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana TI - La etnografía como recurso para sobrevivir a un posgrado violento. VL - IS - 2025 PB - Asociación AIBR, Antropólogos Iberoamericanos en Red T2 - ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana PY - 2025 M1 - SN - 2530-7843 UR - https://aries.aibr.org/articulo/2025/31/6849/la-etnografia-como-recurso-para-sobrevivir-a-un-posgrado-violento DO - doi: AU - Jazmín Aranzazú Munguía Cortés A2 - A3 - A4 - A5 - A6 - A7 - SP - LA - Esp DA - 31/01/2025 KW - AB - Spanish: Se presenta una reflexión acerca de cómo la etnografía sirvió como recurso para sobrevivir a un posgrado violento, cambiando la posición de “alumna” a “investigadora” por cuatro años y medio en una universidad pública de México. La primera vez fue rechazada por razones poco claras; dos años después se le invitó a ingresar. Conocía las prácticas de las y los docentes del programa, sin embargo no dimensionó los alcances. El programa se regía bajo un paradigma biomédico donde el principio era “resistir o aguantar”. El machismo era imperante, no se podían cuestionar las decisiones del coordinador ni las faltas de respeto o acoso de otros docentes, como saludos con beso a cada estudiante mujer, comentarios hirientes por razones de género que se paleaban con escotes o piel expuesta. Las docentes se legitimaban a través de prácticas más violentas y humillantes, gritos, amenazas, comunicaciones electrónicas intimidatorias y una carga de trabajo desproporcionada que se justificaba y validaba por la beca que las y los estudiantes recibían por parte del gobierno. La alumna se dedicó a recabar evidencia, hacer algunas entrevistas formales a sus compañeras y compañeros, tener largas pláticas, apoyar en situaciones complejas e incluso realizar un grupo focal. “Sobrevivir para mantener la beca” era el aliciente para aguantar; sin embargo esto restó valor a la formación, generó una percepción de “gratitud excesiva e incondicionalidad”, incertidumbre y desprotección y una sensación de insuficiencia generalizada y repercusiones importantes en la salud física; los hombres lo vivieron de una forma diferente. English: Se presenta una reflexión acerca de cómo la etnografía sirvió como recurso para sobrevivir a un posgrado violento, cambiando la posición de “alumna” a “investigadora” por cuatro años y medio en una universidad pública de México. La primera vez fue rechazada por razones poco claras; dos años después se le invitó a ingresar. Conocía las prácticas de las y los docentes del programa, sin embargo no dimensionó los alcances. El programa se regía bajo un paradigma biomédico donde el principio era “resistir o aguantar”. El machismo era imperante, no se podían cuestionar las decisiones del coordinador ni las faltas de respeto o acoso de otros docentes, como saludos con beso a cada estudiante mujer, comentarios hirientes por razones de género que se paleaban con escotes o piel expuesta. Las docentes se legitimaban a través de prácticas más violentas y humillantes, gritos, amenazas, comunicaciones electrónicas intimidatorias y una carga de trabajo desproporcionada que se justificaba y validaba por la beca que las y los estudiantes recibían por parte del gobierno. La alumna se dedicó a recabar evidencia, hacer algunas entrevistas formales a sus compañeras y compañeros, tener largas pláticas, apoyar en situaciones complejas e incluso realizar un grupo focal. “Sobrevivir para mantener la beca” era el aliciente para aguantar; sin embargo esto restó valor a la formación, generó una percepción de “gratitud excesiva e incondicionalidad”, incertidumbre y desprotección y una sensación de insuficiencia generalizada y repercusiones importantes en la salud física; los hombres lo vivieron de una forma diferente. CR - Copyright; 2025 Asociación AIBR, Antropólogos Iberoamericanos en Red ER -