Esta presentación pretende afrontar el reto propuesto por el pensador quilombola Antonio Bispo dos Santos al pensamiento occidental en general, y al antropológico en particular, cuando se niega a hacer equivalentes los conocimientos que designamos como tradicionales (y que él llama «orgánicos») con aquellos académicos, o «sintéticos», como él prefiere. Se trata de reflexionar sobre los efectos que lo que podríamos llamar «acortamiento» de la distancia entre conocimientos académicos y no académicos (causado en particular, pero no solo, por las políticas de acción afirmativa) tiene y, principalmente, podría tener en la práctica antropológica. Para ello, examina perspectivas antropológicas recientes sobre la relación entre estos medios de pensar, confronta la posición de Antonio Bispo dos Santos con debates tradicionales y se pregunta por el sentido de una antropología que reconoce la simetría —¡pero no la equivalencia! — entre sus prácticas de conocimiento y aquellas que propone investigar.