El análisis etnográfico de un conflicto socioambiental en una laguna amazónica ha permitido comprender las relaciones sociales entre seres humanos y no humanos en una comunidad indígena Kukama-Kukamiria. Se indaga en como la relación entre una serpiente – cuidadora de las aguas y los peces y con intencionalidad reconocida – y un grupo de pescadores, contribuye a dibujar una sociabilidad caracterizada por la territorialidad, la moralidad y por el carácter dinámico de los vínculos.Pensar en una laguna como territorio compartido por una serpiente que se erige como la madre del agua y de los peces y que es generosa con los pescadores cuando estos pescan sin excesos, lleva a pensar en la noción de humanidad como categoría profundamente relacional y moral. En la situación analizada, estos seres comparten un espacio lacustre y una ética común: cuidar, compartir y no excederse en la captura.Es más, una situación de conflicto – una pesca excesiva – nos lleva a detectar un vínculo vivaz entre seres, que oscila entre la alianza y la hostilidad, siguiendo la propuesta de Descola (2004:31), y que requiere de reajustes en un nuevo escenario. Precisamente el conflicto surge en un proceso de transformación de la pesca de sustento en pesca de gestión sostenible. La boa, en tanto que sujeto moral, social y con poder territorial se hace partícipe en el proceso de cambio pesquero en que oficialmente solo eran tomados en consideración los agentes institucionales estatal y local.
English:El análisis etnográfico de un conflicto socioambiental en una laguna amazónica ha permitido comprender las relaciones sociales entre seres humanos y no humanos en una comunidad indígena Kukama-Kukamiria. Se indaga en como la relación entre una serpiente – cuidadora de las aguas y los peces y con intencionalidad reconocida – y un grupo de pescadores, contribuye a dibujar una sociabilidad caracterizada por la territorialidad, la moralidad y por el carácter dinámico de los vínculos.Pensar en una laguna como territorio compartido por una serpiente que se erige como la madre del agua y de los peces y que es generosa con los pescadores cuando estos pescan sin excesos, lleva a pensar en la noción de humanidad como categoría profundamente relacional y moral. En la situación analizada, estos seres comparten un espacio lacustre y una ética común: cuidar, compartir y no excederse en la captura.Es más, una situación de conflicto – una pesca excesiva – nos lleva a detectar un vínculo vivaz entre seres, que oscila entre la alianza y la hostilidad, siguiendo la propuesta de Descola (2004:31), y que requiere de reajustes en un nuevo escenario. Precisamente el conflicto surge en un proceso de transformación de la pesca de sustento en pesca de gestión sostenible. La boa, en tanto que sujeto moral, social y con poder territorial se hace partícipe en el proceso de cambio pesquero en que oficialmente solo eran tomados en consideración los agentes institucionales estatal y local.
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