AIBR http://www.aibr.org Registro AIBR, SSCI text/plain; charset=utf-8 TY - JOUR JO - ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana TI - IMAGINARIO LITERARIO, ARRAIGO Y PATRIMONIO EN EL PUEBLO DE SAN JUAN TLIHUACA. CIUDAD DE MÉXICO VL - IS - 2015 PB - Asociación AIBR, Antropólogos Iberoamericanos en Red T2 - ARIES, Anuario de Antropología Iberoamericana PY - 2015 M1 - SN - 2530-7843 UR - https://aries.aibr.org/articulo/2019/20/1767/imaginario-literario-arraigo-y-patrimonio-en-el-pueblo-de-san-juan-tlihuaca-ciudad-de-mexico DO - doi:2015.AR0003500 AU - Paniagua Olivares, Ulises A2 - A3 - A4 - A5 - A6 - A7 - SP - LA - Esp DA - 20/09/2019 KW - AB - Spanish: En los pueblos originarios (como sucede con este caso de estudio), la memoria construye su pasado por medio del reconocimiento del patrimonio, en este caso urbano, arquitectónico y cultural (tangible e intangible), y es establecido por las prácticas sociales y la imaginación de los habitantes al ejercer dichas prácticas. Esto quiere decir que la ciudad se vuelve, para quien la habita, un lugar de pertenencia, un territorio real; pero también un territorio construido a través de imaginarios urbanos. Gran parte de estos imaginarios han sido consignados en los libros que abordan la historia y las leyendas del lugar. Los imaginarios generan procesos afectivos. Al pueblo, al barrio, a la colonia, se le ama como si fuera una extensión de la propia casa. Esto es, la colonia es entendida como una “casa” para sus residentes, dentro de una ciudad que puede generar afectos hasta considerarse una “gran casa” atendiendo a un nivel más profundo. Esto es, un espacio que queda registrado, como por un acto metafísico, espiritual, en la memoria de cada uno de los habitantes. English: En los pueblos originarios (como sucede con este caso de estudio), la memoria construye su pasado por medio del reconocimiento del patrimonio, en este caso urbano, arquitectónico y cultural (tangible e intangible), y es establecido por las prácticas sociales y la imaginación de los habitantes al ejercer dichas prácticas. Esto quiere decir que la ciudad se vuelve, para quien la habita, un lugar de pertenencia, un territorio real; pero también un territorio construido a través de imaginarios urbanos. Gran parte de estos imaginarios han sido consignados en los libros que abordan la historia y las leyendas del lugar. Los imaginarios generan procesos afectivos. Al pueblo, al barrio, a la colonia, se le ama como si fuera una extensión de la propia casa. Esto es, la colonia es entendida como una “casa” para sus residentes, dentro de una ciudad que puede generar afectos hasta considerarse una “gran casa” atendiendo a un nivel más profundo. Esto es, un espacio que queda registrado, como por un acto metafísico, espiritual, en la memoria de cada uno de los habitantes. CR - Copyright; 2015 Asociación AIBR, Antropólogos Iberoamericanos en Red ER -