El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad alimenta una discusión abierta desde la misma descripción de la etiqueta diagnóstica en 1902 por G. Still. Lejos de ser una discusión meramente clínica, lo que encontramos son unos debates en los que entran en juego distintos agentes sociales y una abundante producción de discursos enfrentados desde sus diferentes concepciones de la normalidad, de la salud, del individuo y de lo social. Todo ello hace necesaria una observación más crítica de los discursos que arropan la producción de síndromes en la infancia y en la escuela, la utilización de los mismos y su posible sobredimensión. Desde unos discursos se reclama más reconocimiento y recursos. También se alude a la falta de información precisa sobre el tema por parte de la sociedad en general pero específicamente de padres y docentes. Por otro lado, están las voces divergentes con el diagnóstico que contemplan el TDA/H como una de las expresiones más expandidas de la medicalización de la educación que más ha calado en el imaginario de los diferentes agentes educativos —sean padres, docentes o instituciones—. En la presentación trazaré un perfil de los agentes individuales, sociales y políticos que participan en la producción y circulación de discursos en torno al TDAH (grupos de apoyo, profesionales médicos, académicos, medios de comunicación, sector farmacéutico,...), del tipo de relación que se establece entre ellos y de los canales a través de los cuales desde cada posición y posicionamiento demanda atención y legitimidad en su interpretación de la normalidad infantil.
English:El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad alimenta una discusión abierta desde la misma descripción de la etiqueta diagnóstica en 1902 por G. Still. Lejos de ser una discusión meramente clínica, lo que encontramos son unos debates en los que entran en juego distintos agentes sociales y una abundante producción de discursos enfrentados desde sus diferentes concepciones de la normalidad, de la salud, del individuo y de lo social. Todo ello hace necesaria una observación más crítica de los discursos que arropan la producción de síndromes en la infancia y en la escuela, la utilización de los mismos y su posible sobredimensión. Desde unos discursos se reclama más reconocimiento y recursos. También se alude a la falta de información precisa sobre el tema por parte de la sociedad en general pero específicamente de padres y docentes. Por otro lado, están las voces divergentes con el diagnóstico que contemplan el TDA/H como una de las expresiones más expandidas de la medicalización de la educación que más ha calado en el imaginario de los diferentes agentes educativos —sean padres, docentes o instituciones—. En la presentación trazaré un perfil de los agentes individuales, sociales y políticos que participan en la producción y circulación de discursos en torno al TDAH (grupos de apoyo, profesionales médicos, académicos, medios de comunicación, sector farmacéutico,...), del tipo de relación que se establece entre ellos y de los canales a través de los cuales desde cada posición y posicionamiento demanda atención y legitimidad en su interpretación de la normalidad infantil.
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